La importancia de una alimentación saludable

Hoy está universalmente aceptado que la Prevención y Promoción de Salud se basa en la satisfacción de las necesidades básicas; entre ellas la Alimentación es pilar esencial.

 

Alimentación no se trata del mero acto de comer en cantidad, rico y sabroso. Ya en el año 1940, el Dr Pedro Escudero (padre de la nutrición en Argentina), daba las bases de lo que se conocen como las leyes de la alimentación:

 

1) la comida debe ofrecerse en la cantidad adecuada,

 

2) la comida debe tener la calidad adecuada,

 

3)debe tener la armonía correspondiente, y

 

4) la comida debe ser adecuada al momento biológico de la persona.

 

De esto podemos deducir, que existe Desnutrición en los países más carenciados y Malnutrición en los ámbitos mas favorecidos. Por carencias o por excesos, nuestra alimentación humana cotidiana no respeta aquellas leyes.

 

¿Por qué debemos tener una alimentación saludable?

 

Hace 2400 años Hipócrates , el padre de la medicina, ya decía que nuestra alimentación era nuestra medicina; y la base de los tratamientos se basaba en dietas, hierbas e infusiones.

 

Los chamanes o "médicos brujos" de las tribus también curaban a sus pacientes utilizando dietas e infusiones.

 

La medicina moderna se ha encargado de investigar a fondo la relación de las enfermedades con la dieta, y cada día se descubre una nueva patología relacionada con las comidas cotidianas; por ej. obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares, tromboembolias, osteoporosis, artrosis, etc. De cada órgano o sistema podemos nombrar decenas de entidades nosológicas relacionadas con hábitos alimenticios.

 

¿Qué es una alimentación saludable?

 

Se trata de una combinación de una dieta equilibrada, con una ingesta adecuada de agua, realizar ejercicios de forma rutinaria y evitar los agentes tóxicos (tabaquismo, alcohol, drogas, estrés, etc).

 

Para explicarlo se han diseñado modelos como la pirámide de la alimentación (cuya base representa los alimentos que más debemos consumir, y en el vértice aquellos que debemos restringir), o la rueda de la alimentación (que también se puede interpretar como un plato, donde se debe distribuir las diferentes clases de comidas de manera adecuada).